Las películas de la saga de Pesadilla en la calle Elm nos habían advertido de lo peligroso que puede ser dormir, pero en Insidious el peligro no sólo viene desde un agente externo, sino que también lo provocamos nosotros mismo cuando desconocemos lo que podemos hacer en nuestros sueños.
Los Lambert viven con sus hijos en su casa y la familia parece estar de lo mejor. No hay problemas en el trabajo, los niños van bien en el colegio, ya saben, lo típico que muestran en las películas. Todo bien hasta que un día, el menor de los niños, Dalton, cae en un coma, luego de un extraño accidente en el ático y no despierta.
Así es, los productores de Actividad Paranormal metieron mano aquí y les salió bien. |
Después de hacer de todo para despertarlo, deciden llevarlo a un hospital, en donde obviamente todos los signos vitales son estables y no existen indicios de envenenamiento o algo anormal que pueda explicar el coma, el niño simplemente se durmió y su cerebro no despertó. Después de un tiempo lo llevan de vuelta a casa porque, como en todos los países, el hospital sale caro y contratan una enfermera que lo cuide.
Investigando sobre lo que podría haberle pasado al niño, se dan cuenta que los dibujos más recurrentes del pequeño tenían que ver con un ser de cabeza roja sobre la pared, es ahí cuando se dan cuenta que el pequeño sólo está atrapado en su sueño porque no supo regresar a su cuerpo, algo que heredó del padre, quien de niño también podía desdoblarse y vagar por "afuera".
La película es bastante entretenida, a pesar de no haber gore o sangre, pero el dilema que plantea acerca de los desdoblamientos y lo peligroso que pueden llegar a ser (algo que ya vimos en éste post) las parálisis de sueños, con esos lindos espíritus que están esperando a que dejes tu cuerpo para usarlo. Sin duda una entretenida película para una noche de fin de semana sin mucho más que hacer.
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