martes, 31 de julio de 2012

El Horror de Cannibal Corpse

Ya habíamos hablado en esta entrada acerca de la combinación de terror y música. Ahora volvemos a visitar la música para ver casi "paso a paso" lo terroríficas que pueden ser algunas letras de canciones con el tono musical adecuado y una mente suficientemente enferma para contar distintas atrocidades a un público ávido de nuevas emociones y riffs estridentes.

Más, después del salto.


¿Qué más caníbal que comerse
a sí mismo? ¿Ah?
Su primer álbum, titulado Eaten Back to Life, nos muestra desde el inicio de qué se puede esperar de esta banda de Death Metal ya que la carátula nos muestra un muerto resucitando de su tumba y comiéndose a si mismo. Ya una vez que empezamos a escuchar el álbum, comenzamos a oir una andanada de riffs estridentes, baterias duras, bajos mortales y rugidos guturales acompañados de letras que harían que las historias de terror de fogata sean algo para niños. Oh, wait...

La primera canción "Shredded Humans"  (Humanos hechos pedazos) nos habla de cómo el viaje de regreso a casa de una familia se vuelve un horror cuando chocan con un lunático que se les cruza en la carretera. Chris Barnes, vocalista de Cannibal Corpse en los inicios de la banda, no se guarda nada en el relato de qué fue lo que le ocurrió a la familia mientras chocaban, con gran lujo de detalles. No apto para cardíacos y gente con harta imaginación.

Luego viene, casi como una continuación, la canción "Edible Autopsy" (Autopsia Comestible) nos presenta un delicioso menú de tripas hecho por un doctor insano que gusta de torturar a sus pacientes. El resto de las canciones se mantienen dentro del mismo estándar: tripas, sangre, huesos rotos, sufrimiento, muerte, hasta llevarnos a las dos canciones finales. Otras canciones detacadas son: Scattered Remains, Splattered Brains (Restos esparcidos, Cerebros Aplastados) y The Undead will Feast (Los No Muertos Comerán).

Formación original de Cannibal Corpse, posando de
forma emo para la foto.
A Skull Full of Maggots (Calavera Llena de Lombrices) nos recuerda lo que se nos viene a todos una vez que estemos en la tumba y cómo seremos comida de gusanos una vez hayamos partido. Esta canción, junto con Mangled (Mutilado) cuentan con Back Vocals a cargo de Glen Benton (Deicide) y Francias Howard (Incubus).

Finalmente, Buried in the Backyard (Enterrado en el Patio) cuenta la tierna historia de un asesino serial que entierra a sus víctimas en su patio, ya que la muerte de inocentes "le da poderes"; esta canción tiene una intro soberbia, que por si sola es suficiente para hacer volar la imaginación, a tal punto que la canción en si misma pasa casi a segundo plano.


Sin Duda que el Eaten Back to Life pueda no ser el mejor álbum de Cannibal Corpse (mi favorito es el The Bleeding), pero es una buena muestra de lo que se vendría en una de las bandas con líricas más brutales que he conocido.

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