martes, 21 de agosto de 2012

Eden Lake: El paraiso también puede ser un infierno

A veces, cuando no sabes qué más ver, llega una mano amiga a decirte qué película puede ser de tu gusto. A veces, le achuntan, a veces no. En este caso, le achuntó medio a medio. Tal vez no sea una película de terror sobrenatural o con alguna gran escena de Gore, pero sí es una película que muestra hasta donde puede llegar la crueldad y anhelo de venganza en el ser humano.


Cuando Jenny (Kelly Reilly) y Steve (Michael Fassbender) deciden pasar el fin de semana juntos, deciden hacerlo lo más alejado posible de la civilización, en un lugar apartado que Steve conoce y que es de muy difícil acceso. El día comienza maravilloso, como el sueño perfecto de una pareja que sólo desea paz y tranquilidad, hasta que cerca de ellos llegan unos niños de no más de 15 años a hacer de las suyas y comportarse como verdaderos idiotas.

Aquí las reglas las hago yo y tú la vas a pasar mal.
De ahí en adelante, todo cambiará para la pareja y un fin de semana de ensueño para ambos, terminará siendo una experiencia de verdad aterradora, cuando los niños empiezan a hacer de las suyas y una pelea se sale de control, inicándose así una búsqueda frenética de venganza.

La película te mantiene metido desde que las cosas empiezan a ir mal, en una escalada que empieza de a poco y rápidamente se sale de control; casi no hay descanso para quien esté viendo la película y las perversiones de un niño salen a flote en una especie de señor de las moscas algo más moderno, en donde nos muestran que aunque exista una figura paterna para los niños, si a esta no le interesa hacer las veces de educador, el joven sólo buscará hacer lo que él desee y satisfacer sus propias necesidades.

Una muy buena película para una tarde aburrida y que, a pesar de tener un final abierto, ya todos podemos imaginar qué es lo que termina ocurriendo después de los créditos finales. Se las recomiendo.


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