miércoles, 17 de noviembre de 2010

¿Caminar o Correr?


El titulo puede denotar un poco de espíritu deportivo, pero claramente no es de lo que trata esta breve acotación.


Desde la salida de el remake de Dawn of the Dead (Zack Snyder, 2004), los fans acérrimos del genero, discuten si el zombie como tal tiene que correr o caminar.
No solo entra en juego las razones mortíferas que un come-carne corra, si no mas bien hay razones que van más allá de la pantalla… La Tradición; Por años hemos vistos a nuestros queridos “Caminantes”, recorrer las pantallas, con su vacilante caminar, lo que no solo los hace únicos, si no también dan un poco de esperanza a los protagonistas y a nosotros los espectadores, que el infierno tiene una salida, es cosa de buscarla rápidamente entremedio de las hordas.

Si somos extremadamente apegados a las raíces del genero, no debería existir ningún tipo de zombies, que los de Romero, pero la idea no es acaso reinventar mitos y mejorar aspectos?... Es cierto que ese olor a clásico que emana de una película cuando vemos a los cadáveres levantarse y caminar tambaleantes es extremadamente conmovedor, pero también lo es, la sorpresa cuando nuestro protagonista corre por su vida perseguido de una multitud atlética de cuerpos sin vida.




Pero este fenómeno físico no fue incorporado en su totalidad por Snyder, ya lo vimos en “Return of the Living Dead” (Dan O’Bannon, 1985), donde se nos presentaban a los “Brain-Eaters” con un trote que los hacia mas letales que los de Romero; Unos años después aparece “28 Days Later” (Danny Boyle, 2002), donde una especie de “Infectados”, corrían cuales gacelas para eliminar a cualquier ser humano que se les cruzara. Una muestra aparte de este tópico se puede observar en el supuesto remake “Day of the Dead” (Steve Miner, 2008), donde no solamente los Zombies corrían, si no también podían saltar desde techos, o treparse por los muros como Spiderman… A mi gusto un poco mucho, demasiado.

Pero todo esto en el ámbito netamente cinematográfico (ciertamente el mas ávido de pruebas en este aspecto), pero alguien en el 2003, llego a un consenso que a mi gusto Auna las dos corrientes y el resultado es por decirlo menos, sublime. Robert Kirkman, el creador del Comics “The Walking Dead”, nos trae a colación el tema, relacionando el estado de putrefacción del cadáver con la velocidad al momento de atacar, o sea, mientras mas podrido mas lento; Si nos ponemos a pensar en ello, suena bastante lógico pensar que los músculos al pudrirse se contraen entorpeciéndolos y llevando al Muerto Viviente, a ser mas torpe y lento al momento de andar, mientras que el cuerpo mas fresco, es mas rápido y hábil cuando el hambre lo llama. (Cosa que veremos en plenitud en la nueva serie de AMC basada en este comics)



En consecuencia, aunar las dos corrientes no tiene nada que ver con el fanatismo o con la pureza del tema, va mas allá que eso; A mi modo de ver lo realmente importante es que cuando llegue el esperado día Z, créanme… y lo juro por Odín, que si me topo con un zombie no lo pensare dos veces… Correré y Correré y no me detendré a ver si el hambriento camina… o corre.

Pedro Aravena.

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